LEGISLATURA
La Junta de Etica se encuentra trabajando contrarreloj para nombrar vacantes en la Justicia, luego los diputados se dedicaran a integrar el nuevo directorio del banco Ciudad, así el expediente del legislador del MST, Alejandro Bodart, que hace mas de un mes maltrató a una empleada de la casa, paso a un segundo plano.
En realidad el PRO tiene la excusa perfecta con el nombramiento de los jueces porque eso le permite hacer la plancha con el papelón de Bodart, a quien mientras tanto cuando pueden le piden “amablemente” que “colabore” facilitando el quórum para aprobar leyes donde la tienen difícil para sacarlas a adelante.
No obstante Bodart, a pesar de que por ahora le están perdonando la vida, cada tanto se pone al frente de conflictos que horadan al gobierno de Mauricio Macri, como por ejemplo el del Zoológico porteño o el de los subtes. Esto exaspera a los hombres del PRO.
El vicepresidente primero de la casa, Cristian Ritondo, sería el que está manejando la situación de Bordart y mantendría las negociaciones con los gremios, que defienden a la empleada agredida y con el mismo Bodart.
Llama la atención que ningún diputado de la oposición le haya solicitado hasta ahora, al presidente de la Junta de Etica, Jorge Garayalde, poner en el orden del día el tema Bodart.
El presidente de uno de los bloques opositores más numerosos dijo claramente a Furiosa Buenos Aires: “No va a pasar nada, eh, con Bodart”. Tal vez esta afirmación venga a explicar la ausencia de interés sobre el particular.
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