INTENTARAN EXPULSAR A DIPUTADO QUE INSULTO A EMPLEADA

LEGISLATURA PORTEÑA

Por Alejandra Vignollés

"Negra de mierda, yo soy diputado y vos no sos nadie", palabras, más palabras, menos, así al parecer se dirigió hace unos diez días el diputado del MST, Alejandro Bodart a una empleada de la seguridad de la Legislatura porteña. Estos improperios habrían sido expresados delante de muchos testigos, incluido otro diputado, Francisco Quintana del PRO y además fue filmado por las cámaras de seguridad de la casa.
La mujer en cuestión hizo la denuncia en la comisaría de la zona.
Todo se habría originado cuando esta empleada demoró a dos personas que entraron en la Legislatura vestidas de payasos y en estado de ebriedad. Ya que según dijo en la denuncia policial, el personal de seguridad y ella misma los había visto tomar alcohol antes de ingresar.
Los "payasos" no hicieron caso de la observación de la mujer y se dirigieron a donde estaba Bodart para contarle lo que había pasado. El legislador entonces habría montado en cólera y protagonizó los hechos que contamos al principio.
Ayer en la Junta de Etica, Bodart presentó un descargo en el que negó todo y aprovechó para maltratar al resto de sus colegas. A los que entre otras cosas los acusó de haber montado un complot para ponerlo en esta situación. Y concretamente al diputado kirchnerista, Juan Cabandié, le enrostró que él andaba a los besos con los PRO. "Muá, muá, múa", dijo Bodart, al tiempo que tiraba besos al aire y con los brazos imitaba un abrazo.
Ni Cabandié, ni el resto de los legisladores presentes le dejaron pasar la agresión y todos reaccionaron airadamente contra Bodart, quién por otra parte se ensaño especialmente con la legisladora del PRO, Victoria Morales Gorleri, a la que salió a defender otro diputado kircherista, Alejandro Amor.
Ahora los legisladores tienen que decidir qué hacer con Bodart. La gran mayoría de los diputados se inclinan por expulsarlo del cuerpo. Otros prefieren una sanción intermedia. Lo cierto es que todos coinciden en que dejar pasar este hecho sin un castigo ejemplar sentaría un muy mal precedente y perjudicaría la imagen de la Legislatura.