MUY SERVICIALES

Por Alejandra Vignollés


Carolina Stanley, ministra de Desarrollo Social.


Dos datos, no confirmados, recorren los pasillos de la Legislatura porteña. El primero es que la ministra de Desarrollo Social, Carolina Stanley, se quedó en Punta del Este y no viajó a nuestro país para ponerse al frente del operativo rescate, tras el temporal que el miércoles pasado asoló a la ciudad de Buenos Aires, por consejo de la vicejefa del gobierno porteño, María Eugenia Vidal. La segunda es que la foto que le sacaron junto a su marido, Federico Salvai, en Uruguay, fue una "cortesía" de la SIDE.Así como también la información que circuló en los medios de comunicación sobre el viaje de Horacio Rodríguez Larreta a Estados Unidos y el de Mauricio Macri a San Martín de los Andes. El que se habría salvado de esa situación es un legislador macrista  que el domingo anterior a la tormenta viajó a Estados Unidos, pero que al enterarse del desastre se volvió el jueves Santo por la tarde. Y no solamente para ponerle el hombro a la situación, sino porque además habría sufrido graves daños patrimoniales, con motivo del fenómeno meteorológico.


 María Eugenia Vidal, vicejefa del gobierno porteño.


Nadie duda de la buena fe de Vidal al indicarle a Stanley, que ella se ocupaba de la emergencia. Cabe recordar que Vidal ocupó el lugar de Stanley hasta diciembre del año pasado y que por lo tanto conoce al dedillo cada resquicio de lo que se debe hacer ante una situación semejante. Vidal, además consideró importante que Stanley se quedara en Punta del Este, junto a su familia, porque sabe de lo que le cuesta a la ministra separarse de sus hijos, que por cierto son muy chiquitos.
La suposición de que la SIDE estuvo detrás de la foto de Stanley se basa en que fue tomada de espaldas y que la misma al ser publicada no lleva el crédito o el nombre de un fotógrafo profesional.
Sin embargo hace tiempo que en el bloque del PRO se sienten permanentemente vigilados por los servicios de inteligencia. A pesar de que se trata de algo que es muy habitual en el ambiente político y hasta del empresariado, un hecho ocurrido el año pasado en el mes de noviembre prendió las luces de emergencia en el macrismo.
Una hija de 17 años de un asesor de un prominente legislador del PRO habría sido secuestrada en el barrio de Constitución por dos hombres que la subieron a los golpes a una camioneta. Una vez arriba del rodado sus secuestradores le habrían mostrado unas fotos del mencionado legislador con asesores y militantes, tomadas en actos políticos realizados en el marco de la campaña electoral porteña, con vistas a las elecciones que se realizaron en junio. Y la conminaron a que los reconociera y les proporcionara los nombres y función de cada uno. La niña en cuestión es de raza negra y de nacionalidad francesa. Sus captores le hablaban en Francés. Y habrían actuado movidos por la intención de vincular a ese político del PRO con la explotación sexual de mujeres dominicanas, que pululan por el barrio de Constitución. De hecho al colegio secundario al que va a estudiar, también van los hijos de esas mujeres dominicanas y muchos de ellos son amigos de esta adolescente. Al parecer, en un momento de distracción de sus secuestradores la chica habría podido enviar un mensaje de texto a su padre para pedirle auxilio. Inmediatamente, tanto la Policía Federal, la Metropolitana y la Embajada de Francia, comenzaron a buscarla. "Te vamos a dejar porque nos están informando que hay mucha actividad para salvarte", le dijeron sus captores cuando la dejaron en libertad. La fuerte presión de la diplomacia gala fue determinante.
Al tratarse de este tipo de delito intervino, como corresponde la Justicia Federal. Hace unos días la adolescente fue citada por la Justicia para mostrarle unas fotos, en las que inmediatamente reconoció a uno de sus secuestradores. Fuentes judiciales aseguran que esa persona es militante del kirchnerismo de la zona de La Matanza y actualmente está preso.

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