“Cuando descubrí la música, deje todo”

Por Ana Julia Bomaggio

Otra  vez en Argentina, como solista, Olga  Román,  la voz que embellece las canciones de Joaquín Sabina


Una mujer bella, sencilla, amable, llena de rulos rubios y una sonrisa sincera. Así se podría definir a Olga Román, la cantante española reconocida en toda Latinoamérica por haber acompañado durante mucho tiempo a Joaquín Sabina. De gira por Argentina, presenta su tercer disco “Seguir caminando” y demuestra su potencia creadora.

¿Cómo fue que te dedicaste a la música?
De manera curiosa como todo lo que me fue sucediendo a lo largo de estos años. En mi familia no hay músicos, salvo mi tía abuela que era pianista. Crecí mirándola tocar el piano porque vivíamos todos juntos y así empecé a estudiar, pero siempre como un juego, iba a clases de danza y de música. Luego, cuando tuve que ir a la universidad, me inicié en la carrera de Ingenieria agrónoma porque me interesaba la investigación genética, y como todo tomó otro rumbo inesperado. El novio de una amiga de una amiga tenía una banda y me invitaron a cantar. Cuando descubrí la música dejé todo lo demás.

¿Qué pasó cuando decidiste ir por este camino?
Elegí irme de España para estudiar música profesionalmente en Estados Unidos. Obtuve una beca para escuela Berklee (una de las más prestigiosas) y me mudé a Boston. Viví casi ocho años allí. Fue curioso porque antes de partir estuve en algunas presentaciones, canté con Luis Eduardo Aute, tenía por entonces 18 años, y mis compañeros de la facultad de ingeniería, sin saber de mi lado musical, vinieron al recital y casi mueren cuando me vieron en el escenario. Tuve la fortuna, que siendo tan joven, estuve en un escenario con él, con Silvio Rodríguez, Pablo Milanés y Joan Manuel Serrat.
Luego, la experiencia de vivir lejos de la casa es muy enriquecedora porque te permite ver todo desde afuera. En Estados Unidos, descubrí Latinoamérica, porque en aquella época en España no circulaba tanto material de esa cultura. Conocí y aprendí la música maravillosa de Brasil, por ejemplo, y recuerdo que cuando escuché por primera vez a Elis Regina me generó una sensación indescriptible. Los ocho años en Boston fue una de las épocas más lindas de mi vida.

Y después de Estado Unidos, regresaste a Joaquín Sabina….
Pues sí, recuerdo perfectamente el día que lo conocí, en un bar de la zona donde grabábamos con Aute. El llegó y nos pusimos a conversar. Yo era súper tímida por ese entonces, tengo plasmado en mi memoria ese momento, y eso que soy olvidadiza, porque me sentí comprendida, entendida profundamente. No sé si Joaquín conozca esta anécdota. La cuestión es que volví de Boston, un día me llamó y  me dijo “hace años que te estoy buscando”, y ahí empezó nuestro derrotero de trece años juntos en la música.

¿Qué te aportó el trabajo compartido con Sabina?
Lo que más aprendí con él  es de la vida. Además, veníamos con   mucha frecuencia a países como Argentina y México y Joaquín es muy generoso en el escenario. Siempre compartió conmigo el espacio, cantaba alguna de mis propias canciones, hacia temas a dúo con él y eso me dio la oportunidad de que el público me conociera a mí y a mi música.

¿Cómo decidiste lanzarte como solista?
Fue un proceso en el que un día dije voy a componer, sin saber si iba a poder hacerlo y sin saber si sabía cómo, y así surgió mi primer disco, que considero muy intimista. Allí hice letra y música yo. Ya en mi segundo trabajo, que es de 2005 y grabado casi íntegramente en Buenos Aires, participó el letrista Juan Uria, que trabaja maravillosamente. Estoy muy orgullosa de mis tres discos, y este último más todavía porque tiene un desenfado que los demás no.

Pasaron seis años entre “Olga Román 2” y “Seguir Caminando” ¿Qué pasó en todo ese tiempo?
Soy muy lenta para trabajar y componer, me tomo mi tiempo. Además en estos seis años fui madre, y tener hijos cambia completamente la vida, y más si decides dedicarte a ellos, como hice yo. Durante todo el primer año y medio estuve dedicada solo a ella, y esta es la primera gira fuera de España y la primera vez que la dejo tanto tiempo. Las prioridades son diferentes.

¿Qué tiene de especial tu nuevo disco?
Amo profundamente todos los proyectos en los que trabajo y este disco en particular lo siento más humorístico, desfachatado en algún sentido, y con canciones que quizás no tienen que ver una con la otra pero todas son muy bellas. Por ejemplo, la canción que grabé con Joaquín tiene sones cubanos, un ritmo que yo nunca había cantado. Además, está grabado en directo, es decir que nos metimos los músicos y yo a tocar y cantar juntos en el estudio y eso genera una energía que tenía muchas ganas de sentir y el disco lo trasmite.

Además de la participación de Joaquín en “Margarita”, hay un tema con Pablo Milanes. ¿Cómo surgieron estas colaboraciones?
La producción se retrasó un poco y un amigo me preguntó porqué no tenia colaboradores y le dije “pues no sé”. Entonces se me ocurrió que podía ser bueno y pensé que “Margarita” le iba a sentar muy bien a la voz de Joaquín. Le mandé un mensajito y me respondió a los diez minutos diciendo simplemente “dónde y cuándo”. Fue maravilloso y fue su idea cuando escuchó “Cada vez que te vas” convocar a Pablo. Recuerdo que me dijo “sería una bomba si lo cantara Pablo” y así fue. El resultado es un disco muy hermoso

¿Qué expectativas tenés de la presentación en Argentina?
¡Todas! Estoy muy contenta de cumplir con mi deseo de regresar porque me siento muy a gusto aquí, hay una energía distinta, me siento muy bien con la gente. Es impresionante, y es una cosa que deben estar cansados de escuchar pero el público argentino es muy especial, muy caluroso, muy demostrativo. En España me preguntan cómo es tu música, y acá no tengo que definir lo que hago porque lo entienden.

Olga Román presenta “Seguir caminando” el 8 de marzo en el ND Ateneo a las 20.30

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